A los que les gusta aventurarse por el centro de São Paulo tienen ahora un nuevo lugar que visitar: el Formosa Hi-Fi, un bar de vinilos y música de alta fidelidad que ocupa la Galería Formosa. Un histórico pasaje subterráneo que, después de estar abandonado durante casi cincuenta años, vuelve a escena como símbolo de la revitalización de la región central.
Al abrir sus puertas, Formosa Hi-Fi hace algo más que traer un nuevo bar de música a la capital: permite a los paulistas (re)descubrir un espacio emblemático, catalogado, lleno de historia y recuerdos de la ciudad. Pero, ¿por qué la Galería Formosa ha permanecido olvidada durante tanto tiempo? Conozca su historia a continuación.

Descubra la curiosa historia de la Galería Formosa
La galería abrió sus puertas en 1938, junto al Viaduto do Chá, como parte de una serie de proyectos urbanísticos para renovar el centro de São Paulo. Desde el principio, su objetivo fue ser no sólo un lugar de paso, sino también de encuentro, cultura y ocio.
El escritor modernista Mário de Andrade, entonces Secretario de Cultura de São Paulo, soñaba con construir allí un restaurante de cocina brasileña, idea que nunca llegó a materializarse. Aun así, se dotó a la galería de toda la estructura necesaria para albergar un bar o un restaurante.
A lo largo de los años, la Galería Formosa ha funcionado como un espacio multifuncional. A partir de la década de 1940, albergó la Escola Municipal de Bailado, que ofrecía formación en danza clásica y moderna. También existió el Restaurante Liga das Senhoras Católicas, que ofrecía comidas a precios populares para las mujeres trabajadoras de la región, en una época en que las mujeres solas no siempre eran bienvenidas en los restaurantes.
El pasaje subterráneo acogió en su día ensayos de Elis Regina
Pocos lo saben, pero Formosa también ha acogido a uno de los nombres más emblemáticos de la música brasileña. En 1975, en vísperas del lanzamiento de su espectáculo más importante, «Falso Brilhante», Elis Regina convirtió el metro en su local de ensayo.
Con autorización del Ayuntamiento, la cantante pudo ocupar la galería durante un tiempo. Pero el espacio estaba completamente abandonado, así que la propia Elis tuvo que ensuciarse las manos (o mejor dicho, la escoba) y limpiarlo antes de transformarlo en un refugio creativo.
Después, el pasaje permaneció cerrado al público durante casi medio siglo. Pero su ambiente cultural y modernista ha vuelto ahora con la apertura de Formosa Hi-Fi, que ha aprovechado las estructuras originales del largamente soñado restaurante de Mário de Andrade.
En fin, el underground de São Paulo vuelve a respirar música, encuentros e historias y se ha convertido en un lugar emblemático de la noche paulista, que tal vez acoja a otras leyendas de la música.