Situada en el extremo oeste de São Paulo, Rosana sorprende a quienes deciden recorrer las nueve horas de coche que separan el municipio de la capital. A unos 746 kilómetros de distancia, la ciudad más alejada de São Paulo ofrece paisajes encantadores y experiencias únicas en plena naturaleza.
A pesar del largo viaje, Rosana merece cada kilómetro recorrido. Bañada por los ríos Paraná y Paranapanema, la localidad combina selva atlántica y sabana, revelando un escenario perfecto para quienes buscan tranquilidad, ecoturismo y contacto directo con la naturaleza.

¿Qué hacer en Rosana?
Quienes visitan Rosana, la ciudad más alejada de São Paulo, quedan encantados con el Balneario Municipal, uno de los principales atractivos de la región. Posee playas de agua dulce formadas en las márgenes del río Paraná, así como bancos de arena que invitan a relajarse después de un refrescante chapuzón.
Otra visita obligada es Marco Zero e Encontro dos Rios, donde un obelisco histórico marca la frontera entre São Paulo, Mato Grosso do Sul y Paraná. La vista panorámica es impresionante, sobre todo al atardecer.
Los amantes de la aventura también encontrarán senderos que atraviesan el bosque autóctono y diversas opciones de deportes acuáticos. Rosana se consolida así como uno de los destinos ecoturísticos más interesantes del interior de São Paulo.

¡Visite la «ciudad más lejana de São Paulo»!
Si quiere visitar Rosana, prepárese para un viaje inolvidable. El verano es la época ideal para disfrutar de las playas fluviales, las actividades al aire libre y el ambiente acogedor de la ciudad.
La infraestructura turística es sencilla pero llena de encanto. Las posadas locales ofrecen comodidad y hospitalidad, mientras que la gastronomía deleita con platos a base de pescado fresco capturado directamente en los ríos de la región. Una experiencia que refleja lo mejor de la vida en el interior de São Paulo.
