¿Eres de los que prefieren el frío o el calor? Si la respuesta es esta última, tiene que visitar Araraquara, en el interior de São Paulo. Conocida cariñosamente como «Morada do Sol», la ciudad hace honor a su apodo: es un destino lleno de vida, luz y buena energía. Además de ser una ciudad soleada, Araraquara encanta por su rica historia, su belleza natural y su hospitalidad interior.
Pero si no le gustan mucho las altas temperaturas, tranquilícese, la vegetación local y las áreas verdes ayudan a mantener el clima agradable, y también hay hermosos parques y cascadas para refrescarse y disfrutar de días relajantes.

¿Qué hacer en «Morada do Sol»?
Con sus calles arboladas y su ambiente acogedor, Araraquara es una de esas ciudades que te conquistan en tu primera visita. Su recorrido puede comenzar en la encantadora Praça da Igreja Matriz y en la imponente Basílica São Bento, una de las postales locales.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural Municipal de Basalto es una visita obligada. Cuenta con un lago ornamental, senderos e incluso una pequeña cascada. Otras opciones de ocio son el Parque Botánico y Pinheirinho, ideal para paseos y picnics.
A los amantes de la cultura, por su parte, les encantará el circuito de museos de la ciudad: Museu do Boneco; Museu Histórico e Pedagógico Voluntários da Pátria; Museu de Arqueologia e Paleontologia; Museu Ferroviário Francisco Aureliano de Araújo; y Museu do Futebol e Esportes. O Sesc Araraquara es también una visita obligada, con programas y eventos gratuitos para todas las edades.

Visite Araraquara
Araraquara está a unos 270 kilómetros de la capital paulista y es una excelente opción para un fin de semana soleado. Con una buena infraestructura turística y alojamientos acogedores, es el tipo de lugar que combina ocio, cultura y tranquilidad.
¿Qué le parece si se lanza a la carretera y conoce de cerca la encantadora Morada do Sol?
