Si la idea es practicar el ecoturismo de forma auténtica, Jaguariaíva, en el interior de Paraná, es el destino ideal. Situada en la frontera con São Paulo, a unas cinco horas de la capital paulista, la localidad cuenta con senderos y cascadas en un entorno tranquilo, lejos de las aglomeraciones de las rutas convencionales.
Aún poco frecuentada por el público paulista, Jaguariaíva ofrece experiencias únicas para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Allí encontrará cañones, parques naturales y diversas opciones de aventura, todo ello en medio del apacible ambiente del campo.

Explore uno de los mayores cañones del mundo
El Parque Municipal Lago Azul se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad y no debe faltar en su itinerario. Después de todo, alberga tres de las principales cascadas de la región, incluida la famosa Véu de Noiva. Es el lugar perfecto para nadar, hacer senderismo, tomar hermosas fotos y relajarse en plena naturaleza.
Del mismo modo, el Parque Estatal del Cerrado y el Parque Estatal del Valle del Codó ofrecen senderos, cascadas y miradores perfectos para contemplar el paisaje virgen. Para los más aventureros, el itinerario puede incluir paseos en 4×4, deportes extremos y baños en el río.
Pero el plato fuerte es el cañón del río Jaguariaíva, cuyas paredes de arenisca alcanzan unos impresionantes 80 metros de altura. Considerado el octavo mayor cañón del mundo, es el escenario ideal para actividades como el rafting y el piragüismo.

¿Qué más hacer en Jaguariaíva?
Además de su belleza natural, Jaguariaíva conserva atractivos históricos. El Museo Conde Francesco Matarazzo, por ejemplo, cuenta cómo la ciudad creció gracias a las Industrias Matarazzo – que también contribuyeron al progreso de São Paulo. El Memorial del Ferrocarril, por su parte, presenta la historia de la ciudad a partir de las vías que atraviesan la región.
Por último, el Santuario de Santa do Paredão une fe y naturaleza en plena Área de Preservación Ambiental de la Escarpa Devónica. El lugar acoge peregrinaciones desde la época de los arrieros y celebra misas para la comunidad católica desde hace más de tres décadas.
