El trayecto entre el norte de la Gran São Paulo y el ABC Paulista pronto será más largo. Esto se debe a que la Companhia Paulista de Trens Metropolitanos (CPTM) ha anunciado el fin del servicio 710, que ofrecía una conexión directa entre Rio Grande da Serra y Jundiaí. Así pues, para realizar el trayecto, será necesario hacer transbordo.
El servicio 710 se inauguró en mayo de 2021 y tenía como objetivo facilitar el acceso entre los dos extremos de la Gran São Paulo. Funcionó ininterrumpidamente durante cuatro años, en los que benefició a más de 160.000 personas al día.
En otras palabras, el cierre del servicio tendrá un impacto significativo en la vida de muchos paulistas. Conozca a continuación las razones y consecuencias del cambio.
¿Por qué termina el Servicio 710?
El objetivo del Servicio 710 era integrar las líneas 7-Rubí y 10-Turquesa, hasta entonces gestionadas por el CPTM. Sin embargo, en 2024, una subasta del Gobierno estatal adjudicó la gestión de la 7-Rubí al sector privado, lo que cambiará la logística de explotación de la línea.
Y es que el cambio no es sólo administrativo. Con gestiones distintas, las dos líneas tendrán sistemas de explotación, señalización e incluso trenes diferentes, lo que impide la integración entre ellas.
Está previsto que el servicio 710 deje de funcionar en septiembre de 2025, mes en el que el Consórcio C2 asumirá la gestión de la línea 7-Rubí. El grupo también será responsable del proyecto de tren São Paulo-Campinas, cuyas obras deberán comenzar en mayo de 2026.
¿Cómo afectará el cambio a la población?
En el momento de su inauguración, el Servicio 710 fue descrito como un importante dispositivo para optimizar la experiencia de los pasajeros. En este artículo de evaluación de mayo de 2021, por ejemplo, se afirma que «el ahorro de tiempo para la operación, con la reducción de los tiempos de maniobra y retorno, y el ahorro de tiempo para el pasajero, que ya no tendrá que hacer transbordos innecesarios, son formidables.»
Además, a los dos meses de funcionamiento, el CPTM informó de que el servicio estaba beneficiando a 165.000 personas al día, es decir, casi el 30% de los pasajeros de las líneas 7-Rubí y 10-Turquesa. Mientras tanto, los pasajeros declararon que el servicio ayudaba a su rutina, ya que reducía el número de transbordos, el tiempo empleado en el transporte público y hacía que los trenes estuvieran menos ocupados.
Por lo tanto, el cierre de sus operaciones tendrá un impacto en la vida cotidiana de los pasajeros, especialmente los que viajan a la región norte de la Gran São Paulo y la región del Gran ABC. Al fin y al cabo, sin integración, será necesario hacer transbordo en la estación de Luz para continuar el viaje, lo que podría aumentar el tiempo de viaje y la afluencia de pasajeros en hora punta.