Con apenas 28.000 habitantes, Casa Branca es conocida como la capital de la jaboticaba de São Paulo. Así que si es de los que adoran saborear la fruta recogida directamente del árbol, éste es un destino que no puede faltar en su itinerario.
La ciudad tiene una producción impresionante: hay más de 21.000 árboles de jabuticaba y más de 100 variedades de la fruta repartidas por las fincas locales. ¿Se imagina el perfume y el color que se apoderan de la ciudad en esta época del año? Casa Branca es un paraíso púrpura.

¿Qué hacer en Casa Branca?
Desde 2013, la localidad ostenta oficialmente el título de Capital del Estado de Jabuticaba. Y no es para menos: todos los años, entre septiembre y noviembre, se celebra el Festival Gastronómico de Jabuticaba, que transforma la ciudad en una auténtica fiesta al aire libre. Durante el evento, se pueden visitar granjas productoras, probar recetas desde gelatinas y licores hasta risottos y caipirinhas, y participar en actividades culturales y musicales.
Pero el encanto de Casa Branca va más allá de las jabuticabas. El turismo religioso es uno de los puntos fuertes de la región, especialmente el Santuario de Nossa Senhora do Desterro y la Iglesia Matriz de Nossa Senhora das Dores, que encantan a los visitantes por su arquitectura y su fe. Los amantes de la naturaleza, por su parte, pueden aprovechar el Jardín Forestal de la Casa Branca, ideal para un tranquilo paseo entre el verdor.

Visitar la capital de Jabuticaba
Casa Bran ca se encuentra a unas 3 horas 40 kilómetros de la capital paulista, y el mejor momento para visitarla es durante las fiestas, cuando la ciudad se engalana y respira jabuticaba por todos sus rincones. Un destino dulce, acogedor y lleno de historias, ¡perfecto para quien quiera experimentar el sabor del interior de São Paulo!
