Después de cinco años sin el polémico horario de verano, el Comité de Seguimiento del Sector Eléctrico (CMSE) ha recomendado al Gobierno Federal volver a esta práctica para reducir la demanda de consumo de electricidad en el país.
En una rueda de prensa celebrada el día 20, Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía, afirmó que no hay riesgo de crisis energética en el país, ya que el volumen de lluvias debe normalizarse en los próximos días. Aún así, la medida contribuye positivamente a la sostenibilidad energética y es una buena práctica aplicada en otros países, como Canadá, por ejemplo.
¿Cómo funciona el horario de verano?
En principio, el horario de verano supone un adelanto de una hora con respecto a la hora de Brasilia. Así, durante los veranos en que se aplica el mecanismo, empezamos nuestra rutina una hora antes.
Comienza a las 00:00 del primer domingo de noviembre y dura hasta las 00:00 del tercer domingo de febrero del año siguiente. En otras palabras, si el Gobierno aprueba la práctica a finales de este año, durará desde el 3 de noviembre de 2024 hasta el 16 de febrero de 2025.
¿Cómo afecta el horario de verano a Brasil?
Este mecanismo pretende promover un mejor aprovechamiento de la luz solar. Así se reduce el consumo de electricidad de los usuarios. Al fin y al cabo, en grandes metrópolis como São Paulo, la sobrecarga del sistema eléctrico puede ser perjudicial.
Según estudios realizados por el ONS, el Operador Nacional del Sistema Eléctrico, alrededor del 2,9% de la demanda máxima nocturna se reduciría con la aplicación del horario de verano. La investigación también tiene en cuenta los días laborables y los fines de semana, así como diversas condiciones de temperatura.
La primera vez que funcionó el horario de verano en Brasil fue en 1931, y pasó a ser fijo en 2008. En 2019, el gobierno abandonó la práctica y ahora, en 2024, es posible que lo veamos volver a la vida cotidiana en Brasil. Estás a favor o en contra del horario de verano?