Atravesada por el río del mismo nombre, Sorocaba es cuna de una de las coxinhas más famosas del país, producida en la tradicional Padaria Real. Pero no es sólo turismo gastronómico, la ciudad con uno de los mayores Productos Internos Brutos (PIB) de Brasil también destaca en lo que se refiere a atracciones para visitar.
En el siglo XIX, la ciudad recibió el sobrenombre de «Manchester Paulista » por su fuerte industrialización, especialmente en los sectores siderúrgico y textil. Hoy, los paulistas la conocen como «Cidade Simpatia » por la hospitalidad de los habitantes de Sorocaba hacia los turistas. Póngase en camino y conozca este municipio paulista.
¿Qué hacer en Sorocaba?
Al aire libre:
Si ha decidido visitar esta gran joya de la campiña paulista para explorar su belleza natural, merece la pena visitar el Jardín Botánico Irmãos Villas Boas, compuesto por un lago, un vivero, un invernadero, un mirador, un mariposario y un palacio de cristal, que también funciona como centro de estudios de la flora regional. Además, la Fazenda Ipanema es patrimonio de Sorocaban, con mansiones y capillas de la época colonial brasileña, que rememoran la historia del ciclo del café en el siglo XIX.
El Parque das Águas, el Parque Natural Chico Mendes y el Parque Kasato Maru son otras tres atracciones turísticas ideales para pasear por la naturaleza, relajarse y divertirse en familia. Destacan por su buena infraestructura y hospitalidad.
En la ciudad:
El turismo histórico y cultural no se queda atrás en Sorocaba. La ciudad alberga museos como el Museo Histórico Sorocabano, el Museo de Arte Contemporáneo de Sorocaba y el Museo del Ferrocarril Sorocabana. En otras palabras, si le gusta el arte y la historia, ¡hay para todos los gustos!
Para los amantes de la arquitectura, la Biblioteca Municipal de Sorocaba tiene un curioso formato de libro abierto. Y, por último, para rematar el viaje con una buena dosis de turismo religioso, merece la pena visitar la Capilla de Nuestra Señora de Aparecida, construida en 1785.