¿Sabía que una ciudad del interior de São Paulo fue en su día una de las más ricas de Brasil e incluso tuvo su propia moneda? Situada en el valle del Paraíba, Bananal es un museo al aire libre que aún conserva vestigios del ciclo del café, una época en la que la pequeña ciudad contribuyó de forma importante a la economía brasileña. Así que si le gusta la historia, considere una visita a Bananal: ¡hay mucho que hacer y ver allí!
Incluso hoy en día, la ciudad cuenta con calles empedradas , granjas históricas e imponentes mansiones del siglo XIX que conservan la historia del Brasil del Imperio y de los comienzos de la República. Bananal parece haberse detenido en el tiempo, transportando a sus visitantes al pasado del estado de São Paulo.

La ciudad tenía incluso su propia moneda.
Durante el auge del café, había tantas transacciones en las fincas y ferrocarriles de Bananal que no había suficiente moneda nacional para realizar los pagos. Por ello, la élite cafetera obtuvo la aprobación del Imperio para acuñar su propia moneda, que circuló en los municipios cercanos e incluso en Río de Janeiro.
El prestigio económico de Bananal decayó durante el declive del café y la abolición de la esclavitud, ya que las haciendas siguieron utilizando mano de obra esclava. Pero la ciudad aún conserva los edificios de la época, que guardan historias de los barones del café, las grandes fiestas de la élite y las personas esclavizadas cuya mano de obra hizo de Bananal el segundo mayor productor de café de Brasil.

¿Qué hacer en Bananal?
El principal atractivo de Bananal son las mansiones y fincas que se remontan al ciclo del café, en medio de paisajes bucólicos que parecen sacados de una telenovela. Algunas haciendas -como Coqueiros, Resgate y Loanda- ofrecen visitas guiadas en las que los turistas pueden conocer los antiguos cafetales, con objetos y muebles originales de la época.
El centro histórico también es una visita obligada. En la plaza Pedro Ramos, por ejemplo, se encuentra el quiosco de música y la Fuente de Hierro de 1879, donde se recogía agua. Justo enfrente se encuentra la Igreja Matriz do Senhor Bom Jesus do Livramento, en pie desde 1811.
En Bananal también se encuentra la Farmacia Popular, la más antigua de Brasil. Además, la estación de ferrocarril es única en América Latina, con su arquitectura belga prefabricada. Inaugurada en 1889, transportaba el café de São Paulo a la costa, desde donde viajaba a los cuatro continentes.
