Paraty, pequeña ciudad del estado de Río de Janeiro que limita con el estado de São Paulo, encanta a todos por el encanto y la belleza de sus tradicionales calles empedradas. Nominada incluso por el New York Times como gran destino brasileño, el lugar destaca por su riqueza cultural, gastronómica , artística y artesanal.
No es de extrañar que Paraty sea conocida como la «Venecia brasileña». La ciudad fue diseñada para acomodarse a la marea alta, por lo que es habitual ver a los turistas caminando por el lateral, por la parte elevada de las aceras, mientras que la parte central de la calle está ocupada por el agua. Esto hace que el paisaje de esta ciudad costera sea único.
¿Qué hacer en Paraty?
Su itinerario puede comenzar por el Centro Histórico de la ciudad, que es uno de los mejor conservados de Brasil. Allí encontrará mansiones coloniales, tiendas, restaurantes e iglesias que bordean las calles adoquinadas.
También merece la pena dar un paseo en barco por las islas de la bahía y descubrir el «Caminho do Ouro«, una ruta colonial perfecta para hacer senderismo y visitas culturales; la «Rota dos Alambiques«, donde podrá degustar cachaças artesanales; el «Saco do Mamanguá «, el único fiordo tropical de Brasil; las playas y las cascadas de Paraty.
El punto culminante del calendario de la ciudad es el Festival Literario Internacional de Paraty, FLIP, que se celebra todos los años en invierno y reúne a profesionales y amantes de la cultura.
Un itinerario gastronómico que no debe perderse
Además de las numerosas tiendas de artesanía, ropa y accesorios, Paraty también destaca por su gastronomía única. Los restaurantes del centro histórico ofrecen platos de marisco típicos de las ciudades costeras, y a menudo hay música en directo para amenizar la noche. Para beber, merece la pena pedir la bebida «Jorge Amado«, inspirada en el escritor.
Por último, la mejor época para visitar Paraty , situada a 270 km de São Paulo , es entre otoño e invierno, cuando el tiempo es más seco. Es entonces cuando se celebran eventos como la FLIP y la Fiesta del Borbón. Durante el verano, a pesar de las lluvias torrenciales, el destino es perfecto para disfrutar de las playas y las cascadas.