La ciudad de São Paulo ofrece varias opciones de brunch en todas las zonas de la ciudad. Pero si busca una experiencia íntima y personalizada, nuestra recomendación es el Brunch Cantareira, que se celebra mensualmente en el norte de la capital.
A diferencia de la mayoría, no tiene lugar en un café o restaurante, sino en una encantadora casa de un condominio a los pies de la Serra da Cantareira. Así que sí, ¡se trata de comer en casa de desconocidos! Más concretamente de la pareja João y Patrícia, que reciben a los huéspedes con un menú completo, casero y sabroso en un ambiente acogedor y lleno de naturaleza. ¡Echa un vistazo a los detalles!
¡Conozca el Brunch Cantareira!
La idea surgió en 2014, cuando los anfitriones decidieron celebrar comidas abiertas para conocer gente nueva. Lo que empezó como un hobby acabó creciendo, y hoy João y Patrícia reciben en su casa a decenas de personas, que son acogidas con la misma amabilidad que al principio.
La experiencia dura de 10 a 15 horas, con dos comidas. En primer lugar el desayuno, con pan, queso, pasteles caseros, huevos, fruta, café y mucho más. A continuación el almuerzo que incluye ensalada, plato principal (con opción vegetariana) y postre. Ambos son bufés libres, así que se puede probar un poco de todo.
La idea es que los visitantes interactúen entre sí, por lo que las mesas son compartidas. Es la oportunidad perfecta para conocer gente nueva mientras se disfruta de una sabrosa comida. Por eso João y Patrícia garantizan que no es necesario estar con nadie para disfrutar. Si quieres ir solo, también eres muy bienvenido.
Entre comida y comida, no dudes en explorar los pequeños rincones de la casa. Hay hamacas para relajarse, un piano y un montón de libros a su disposición, así como, por supuesto, una vista increíble de la Serra da Cantareira.
¿Cómo ir?
El brunch cuesta 190 reales por persona, lo que le da derecho a todo lo que hemos descrito hasta ahora. La dirección sólo se revela después de la reserva, que se puede hacer a través de las redes sociales. Pero la pareja dice que está en la localidad de Mairiporã, a 15 minutos de Tremembé.
El terreno es irregular y hay muchas ventanas sin protección, por lo que la experiencia está recomendada para mayores de 16 años. No se admiten animales de compañía.
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